sábado, 18 de junio de 2016

DENTINCION PRIMARIA

DENTINCION PRIMARIA

1.    GENERALIDADES

Los seres humanos, al igual que Ia mayoría de los mamíferos, se caracterizan por poseer dos tipos de dientes, primarios y permanentes, que surgen como consecuencia de dos denticiones. La primera dentición está constituida por 20 elementos dentarios que reciben la denominación de dientes primarios o deciduos.
El término de diente deciduo procede de la palabra latina deciduos, que significa caer, denominándose también a estos dientes, dientes temporales, dientes caducos y dientes de leche. Los primeros elementos deciduos erupcionan en la cavidad bucal entre el primero y segundo años de vida completándose dicha dentición hacia los tres años de edad.
Los incisivos centrales inferiores hacen su aparición en la cavidad bucal alrededor de los seis meses de edad. Los dientes primarios son reemplazados con posterioridad de forma progresiva por la dentición permanente a partir de los seis años aproximadamente. Este proceso de cambio de una dentición en favor de una nueva, se realiza mediante un fenómeno fisiológico denominado exfoliación de los dientes de leche o caducos.
El número de dientes que conforma la dentición permanente es de 32, dado que en esta segunda dentición aparecen 12 nuevas piezas dentarias (l y 2 premolares, 3 molares) que no tienen predecesores en la primera dentición. La presencia de las dos denticiones en el hombre responde a la necesidad de acomodarse al crecimiento de la cara y de los maxilares.
Las arcadas dentarias del niño sólo pueden albergar un determinado número de piezas dentarias, cuyo tamaño es menor a las piezas de la dentición permanente o definitiva. Con el crecimiento, se produce gradualmente un aumento en el tamaño de los maxilares, necesitándose no sólo más elementos dentarios, sino piezas más grandes.
Los dientes primarios se diferencian de los permanentes por su forma, tamaño y también porque los primeros presentan ciertas particularidades en su estructura histológica que deben ser tenidas en cuenta para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la patología dentaria en la infancia.
Los elementos deciduos son de menor tamaño que los permanentes, especialmente en lo que a su dimensión vertical se refiere y se ubican perpendicularmente respecto al plano oclusal. Las coronas son más bajas y más redondeadas, con evidentes cíngulos palatinos o linguales que les confieren un aspecto globoso.
Los bordes incisales de los dientes recién erupcionados presentan una morfología característica en forma de flor de lis. La región cervical es más voluminosa, por la presencia de una constricción cervical más profunda. Las superficies vestibulares y linguales de los molares primarios convergen hacia la región oclusal, reduciendo dicha superficie externa.
Clínicamente el cemento nunca queda expuesto al medio bucal. La raíz de los dientes unirradiculares se caracteriza por presentar una morfología acintada, pero las raíces de los molares son divergentes y ligeramente curvadas para poder alojar los gérmenes de los molares en desarrollo.
Las raíces de los dientes primarios son más cortas que la de los dientes permanentes. Las cámaras pulpares de los dientes primarios son grandes y existen amplios conductos radiculares. Los dientes primarios presentan de tres a cinco cuernos pulpares muy prominentes. Estas características, sumadas al menor espesor de la dentina y esmalte, explicarían el porqué de las exposiciones pulpares por caries o por accidentes de maniobras operatorias.
El desarrollo de los dientes primarios y permanentes es similar, pero los primaros se desarrollan en un tiempo considerablemente más corto que los segundos. El ciclo completo de los dientes primarios dura alrededor de ocho años y puede dividirse en tres periodos: periodo de crecimiento de la corona y la raíz que dura aproximadamente un año, período de maduración de Ia raíz que dura aproximadamente tres años y medio y período de resorción de la raíz y exfoliación que dura también tres años y medio
Los procesos de desarrollo en ambos tipos de dientes pueden ser sucesivos como ocurre, por ejemplo, en la mineralización de Ia corona que en los dientes primarios comienza intrauterinamente y se completa poco después del nacimiento. En los permanentes la mineralización comienza en el momento del nacimiento (excepto los primeros molares que inician la mineralización in útero) o con posterioridad, según el tipo de diente. Este hecho tiene una importante significación clínica, pues la mineralización de la corona de los dientes primarios suele afectarse por alteraciones sistémicas prenatales, mientras que la mineralización de los permanentes por trastornos sistémicos postnatales. Por otra parte, en determinadas localizaciones en ambos tipos de dientes y en un espacio muy reducido se dan de forma simultánea procesos biológicos opuestos, como por ejemplo la resorción de la raíz de un diente primario, para favorecer su exfoliación y la formación dela raíz del diente permanente que ha de sustituirlo.
El espesor del esmalte de los dientes deciduos es la mitad del que existe en los permanentes y varía de acuerdo con las distintas zonas de la corona.
En las cúspides o bordes incisales el espesor es de aproximadamente 1,5 mm, reduciéndose progresivamente en las caras libres y proximales hasta llegar a 0 o 0,5 mm en la unión amelocementaria
El espesor del tejido adamantino en los surcos y fosas es mínimo y ocasionalmente puede faltar, lo que hace a estas áreas susceptibles o proclives a sufrir caries
El espesor de la dentina es, también, menor en los dientes primarios que en los permanentes debido a la amplitud de las cámaras pulpares que hemos comentado previamente.

2.    PROPIEDADES FISICAS

Las propiedades físicas de las distintas estructuras de los dientes primarios son semejantes a las que presentan las estructuras de los dientes permanentes, aunque existen algunas diferencias que merecen destacarse.
En relación a la dureza se admite que Ia del esmalte y la de la dentina de los dientes primarios es ligeramente inferior a la del esmalte y la dentina de los dientes permanentes. El menor grado de mineralización, podría relacionarse con el menor tiempo disponible para la calcificación de estos tejidos respecto a los permanentes.
En relación con la dentina algunos estudios realizados con técnicas de nano intención y microscopia de fuerza atómica se ha demostrado que la dureza y el modulo elástico de Young (capacidad elástica de un material) disminuyen progresivamente desde la unión amelodentinaria hasta la pulpa.
En relación con la permeabilidad se acepta que ésta es mayor en el esmalte del diente primario que en el permanente debido, fundamentalmente, a su menor espesor. Esta particularidad se aprovecha para incorporar, mediante topicaciones, el ion flúor al cristal de hidroxiapatita, dando lugar a la fluoropatita que hace más resistente al esmalte a la acción de los ácidos generados por los microorganismos de la caries. La incorporación de flúor produce cambios favorables en los cristales del esmalte: los hace más pequeños, menos solubles a los ácidos y aumenta su velocidad de re mineralización.
Se dice que la sustitución es óptima cuando el flúor reemplaza uno de cada 40 iones OH. La permeabilidad de la dentina de los dientes primarios es también mayor que en los dientes permanentes debido a su menor grosor, pero en algunos casos, como ocurre en los molares primarios, la permeabilidad es menor y ello se debe a que existe una menor densidad de túbulos dentinarios.
La radioopacidad del diente primario es ligeramente inferior a la del diente permanente, posiblemente en virtud de variaciones en la distribución del componente mineral.
El color del diente primario es blanco-azulado o blanco-grisáceo, estando dicha tonalidad en relación con el menor espesor de las estructuras y el grado de mineralización El carácter más blanquecino y opaco (por su mayor porosidad) del esmalte primario respecto del permanente se debe a que Ia mayor parte del esmalte primario se forma en la etapa prenatal y no está sometido a los factores locales o ambientales del medio bucal.

3. COMPOSICION QUIMICA

La composición química del esmalte, la dentina y el cemento de los dientes primarios no difiere significativamente de la composición de las mismas estructuras en los dientes permanentes. Sin embargo, las diferencias esenciales están en el grado de mineralización pues existen datos contradictorios. Algunos estudios indican menores concentraciones de calcio y fósforo en los dientes primarios y otros señalan valores básicamente semejantes. Los valores encontrados dependían de las distintas técnicas utilizadas: análisis bioquímicos, difracción de rayos X, etc. Estudios bioquímicos indican que las diferencias en el contenido de calcio y fósforo entre el esmalte de dientes primarios y permanentes, expresados en 9/100 g de tejido seco, son: 35,0 para el calcio y lB,5 para el fósforo en los primarios y 36,4 para el calcio y 17,4 para el fósforo en los permanentes. Nuestros estudios con microscopia electrónica analítica cuantitativa ponen de relieve en fracción de peso y en incisivos primarios las siguientes concentraciones de calcio y fósforo: 32,02 en esmalte y 28,09 en dentina para el calcio y 18,90 en esmalte y 16,73 en dentina para el fósforo, lo que indica la presencia de un patrón de apatita y mayor presencia de carbonatos. En el esmalte superficial, en los dientes primarios, se han identificado dos componentes esenciales pero de función antagónica: el flúor que incrementa su resistencia a los ácidos y los carbonatos  más abundantes en los dientes primarios- que disminuyen dicha resistencia y hacen al esmalte más susceptible a la caries.
En relación con la presencia de otros elementos en las estructuras dentarias existen estudios que demuestran que en el esmalte de los dientes primarios existe Be, Li y Sr en concentraciones significativamente inferiores a los dientes permanentes, mientras que se detecta Cu, V y Cd en concentraciones superiores. Los oligoelementos como el F, Au, Cu y Mb le proporcionan estabilidad y resistencia a los cristales, mientras que el Ca, Pb, Si y Mg tienen un efecto antagónico. El agua se localiza en la periferia del cristal constituyendo la capa de solvatación o de hidratación, que tiene por función facilitar el transporte de iones desde y hacia el cristal de hidroxiapatita.
Algunos elementos trazas, como el Pb, As, etc., están unidos al componente mineral o a la matriz orgánica desde Ia formación de éstos, pero otros son absorbidos por Ia superficie del esmalte a lo largo de Ia vida por el mecanismo de re mineralización y deben relacionarse con el medio ambiente en el que se desarrolla el individuo. La determinación de plomo en la dentina de los dientes primarios exfoliados se puede utilizar como marcador retrospectivo de la acumulación de dicho elemento.

4. ESMALTE

Esta constituido estructuralmente por las mismas entidades histológicas que caracterizan al diente permanente. Sin embargo existen algunas diferencias y particularidades microscópicas que deben destacarse y que se detallan a continuación.


4.1 Unidad Estructural Básica Del Esmalte

Corresponde a los denominados prismas o varillas del esmalte y está compuesta por cristales de hidroxiapatita.

4.1.1 Esmalte Prismático O Varillar

Los prismas, unidades estructurales y funcionales del esmalte, presentan caracteres microscópicos semejantes a los del esmalte de los dientes permanentes, pero en ningún caso alcanzan la superficie externa, pues en esta zona, y rodeando toda la corona, se encuentra el esmalte aprismático.
Al MET los prismas en cortes transversales se asemejan a una <gota de agua>, debido a que a nivel de la cola exhiben una forma alargada y fina, a diferencia de los permanentes que ofrecen el aspecto de un <ojo de cerradura de llave antigua.
Con respecto a la orientación de los prismas en los elementos deciduos, existen varias descripciones según las distintas escuelas:
De acuerdo con criterios clásicos los prismas se disponen, en general, perpendicularmente a la superficie externa del esmalte formando ángulos rectos en los bordes incisales o zonas de cúspides. En la porción cervical y central de Ia corona los prismas se alinean en una disposición casi horizontal.
Ten Cate y Davis, describen que los prismas del esmalte cervical presentan una ligera inclinación hacia apical y destacan que la importancia clínica de este hecho radica en conocer no só1o dicha orientación de los prismas para el tallado cavitario, sino en recordar también que el esmalte tiende a fracturarse por las zonas de interfase situadas entre los grupos de prismas adyacentes.
Los estudios realizados, en dientes primarios por Uribe Echevarría en relación con la orientación de los prismas han demostrado:
I) que en la profundidad de fosas y fisuras de las caras oclusales, los prismas terminan formando ángulos agudos, entre 67° y 70°, a diferencia de los molares perrnanentes, donde el ángulo es 60°;
2) que en las cúspides los prismas forman ángulos rectos de 90o con la superficie externa y 3) que en las zona correspondientes al tercio gingival, 1os prismas se orientan con la superficie externa formando ángulos obtusos hacia oclusal de aproximadamente 120°, mientras que en los dientes permanentes es de alrededor de 106°.
La distribución y el ordenamiento de los prismas en los dientes primarios se toma a veces difícil de observar por la existencia en la superficie externa del esmalte aprismático La disposición de cristales de hidroxiapatita en el seno de los prismas es semejante en ambos tipos de dientes.

4. 1.2. Esmalte Aprismático

Es una banda de esmalte que carece de prismas y que en el diente primario rodea toda la corona. Su espesor es aproximadamente de 30 um y en el mismo los cristales de hidroxiapatita densamente agrupados se disponen perpendiculares a la superficie y paralelos unos a otros. Se han sugerido dos mecanismos de formación del esmalte aprismático relacionados con la ausencia o poco desarrollo de 1os procesos de Tomes.
La consecuencia clínica que se deriva de la existencia del esmalte aprismático es importante, pues, como ya se indicó en el capítulo del esmalte, dificulta e1 grabado ácido al exigir la eliminación previa de este esmalte periférico o el aumento en el tiempo de grabado. El grabado ácido en el esmalte aprismático origina, cuando se observa con MEB, un patrón microscópico coraliforme.

4.2. Unidades Estructurales Secundarias

En el esmalte de los dientes primarios, también se observan diferentes unidades estructurales secundarias, como resultado de los cambios de recorrido de los prismas, de los diferentes grados de mineralización y de defectos en la formación del esmalte.
A continuación se comentarán aquéllos que presentan algunas particularidades en relación con los dientes permanentes. Es importante destacar que, a diferencia de lo que ocurre en los dientes permanentes, la superficie externa del esmalte en los dientes primarios es lisa y brillante y no se observan clínica ni anatómicamente las denominadas periquimatíes

4.2.1. Estrías de Retzius

Son líneas o bandas de color pardo oscuro (de ancho variable) que marcan la sucesiva aposición de capas de tejido adamantino durante la formación de la corona, por lo que reciben la denominación de líneas incrementales. El color oscuro de las estrías de Retzius está en relación con su naturaleza hipocalcificada.
En las caras laterales de la corona se dirigen oblicuamente a la superficie externa, sin manifestarse en ella por los surcos o líneas de imbricación, como ocurre en los dientes permanentes. Su ausencia puede relacionarse y explicarse desde el punto de vista histológico, ya que las estrías de Retzius no llegan a la superficie coronaria, debido a la existencia en la periferia de la corona de una zona externa libre de prismas.
Como se ha comentado previamente, la mineralización de los dientes caducos se desarrolla en parte antes y en parte después del nacimiento. El esmalte prenatal de mineralización homogénea, probablemente debido a que la placenta hace de barrera a todas las agresiones, está separado del esmalte post-natal por una línea oscura o marrón denominada estría gigante o línea neonatal. Dicha línea representa la huella entre ambas fases y corresponde a una estría de Retzius gigante, producto del cambio repentino en las condiciones nutritivas y ambientales del recién nacido y su adaptación a la vida extrauterina. Con el MEB se observa que los prismas del esmalte cambian de recorrido a nivel de la línea neonatal.
Nuestros estudios en molares primarios ponen de relieve que las estrías de Retzius son escasas y poco acentuadas en el esmalte postnatal y están ausentes en el esmalte prenatal.

4.2.2. Laminillas o microfisuras del esmalte

Son microdefectos estructurales que tienen lugar entre los prismas del esmalte. Su recorrido puede ser tortuoso o rectilíneo y su extensión es variable, pudiendo llegar y/o atravesar la CAD.
Su importancia clínica radica en que estos microdefectos estructurales constituyen verdaderas brechas, por donde pueden introducirse bacterias que contribuyen a la formación de caries. En el esmalte primario existen numerosos, microdefectos especialmente a nivel de fosas o fisuras de los molares, que pueden llegar a comunicar el complejo dentino-pulpar con la superficie externa y, por ende, con el medio bucal.
En la clínica deben tenerse en cuenta estos microdefectos cuando se realiza la técnica del grabado ácido (para selladores de fosas o fisuras o restauraciones con resinas compuestas), para evitar lesionar el tejido pulpar cuando se expone demasiado tiempo a la acción del ácido grabador. El profesional  odontólogo deberá equilibrar el método empleado, teniendo en cuenta por una parte la presencia de estas estructuras, el menor espesor del esmalte, la amplitud de la cámara pulpar con cuernos pulpares acentuados, y por otra parte la existencia de la capa aprismática que requiere un mayor tiempo de grabado.

4.2.3. Husos adamantinos y túbulos dentinarios permanentes

En los dientes primarios los husos adamantinos y los túbulos remanentes (o penetrantes) existen en una proporción mayor por densidad de área en tercio interno del esmalte cuspídeo. La presencia de los mismos está relacionada con la histo-fisiología pulpar en su función sensorial o sensitiva no obstante clínicamente se considera que tienen menor sensibilidad que los permanentes, por su menor grado de maduración nerviosa

4.2.4. Bandas de Hunter-Schreger

Se presentan como bandas alternas oscuras y claras de ancho variable que se observan en cortes longitudinales por desgaste y  con luz reflejada o incidentes. Estas bandas se localizan en los dientes anteriores primarios cerca de las superficies incisales, mientras que en los molares predominan en el tercio medio y cervical Se visualizan desde la CAD hasta la unión del tercio interno con el tercio medio del esmalte y su origen está en la distinta orientación que presentan los prismas.

5. DENTINA

Los estudios histológicos realizados sobre piezas primarias han revelado que no existen diferencias significativas en relación con la dentina de los dientes permanentes, en cuanto a la dimensión (diámetro) y al número de conductos dentinarios. Existen, sin embargo, estudios que indican que la densidad de túbulos dentinarios es menor en los molares primarios y que los túbulos en las piezas primarias presentan abundantes ramificaciones dicotómicas terminales en la proximidad de la CAD.
Por otra parte, en los dientes humanos humanos se han descrito túbulos dentinarios gigantes muy desarrollados que contienen fibras de colágeno tipo I y tipo lll, pero no procesos odontoblásticos. Algunos autores creen que las fibras de colágeno tipo III presentes en estos túbulos proceden de las fibras de Von Korff.
Otro dato histológico que caracteriza los dientes primarios es la escasa o nula presencia de espacios interglobulares de Czermak en la dentina prenatal. Estos se localizan preferentemente en la dentina de manto, la cual se mineraliza por un mecanismo de tipo lineal, a diferencia de la dentina circumpulpar que, como se indicó en el capítulo correspondiente, lo hace en forma globular o a partir de la fusión de los calcosferitos. En la dentina de las piezas primarias es frecuente encontrar espacios granulares en la dentina superficial próxima a la porción cervical. A este nivel los túbulos dentinarios son rectilíneos, a diferencia del recorrido ondulado que ofrecen en la dentina de los dientes permanentes.
En piezas multirradiculares de los dientes primarios es, también, frecuente detectar defectos estructurales, a manera de fisuras u oquedades incompletas, que se originan a partir del piso de la cámara pulpar, en un porcentaje significativo. Se ha sugerido que estos defectos se deben a Ia falta de fusión de las lengüetas epiteliales que emite la vaina de Hertwig al modelar y guiar el número y la forma de las raíces. Algunos autores denominan a estos defectos líneas de recesión y sugieren que son trayectos sin mineralizar que surgen al fusionarse de tres a cinco túbulos dentinarios. Dichas alteraciones tendrían su origen en el trayecto de retroceso de los odontoblastos, durante la dentinogénesis. Estos microdefectos estructurales podrían estar relacionados con la frecuente patología interradicular que presentan los molares temporarios.

6. PULPA DENTAL

La pulpa dental de los dientes primarios se caracteriza por tener un período de vida más corto que Ia pulpa de los dientes permanentes. Como consecuencia de ello, las estructuras histológicas de la misma no alcanzan el mismo grado de desarrollo que en los dientes permanentes aunque sí muestran algunas características particulares que deben destacarse. En la pulpa de los dientes primarios se distinguen idénticas zonas topográficas a las que se observan en la pulpa de los dientes permanentes, pero no están tan claramente diferenciadas como en la pulpa de estos últimos En la capa odontoblástica los núcleos de los odontoblastos se encuentran dispersos, conformando una apariencia pseudoestratificada, que es particularmente evidente en la región coronaria, en la cual se observa un espesor de cinco a siete células En la región radicular (apical), este espesor es sólo de una a dos células odontoblásticas.
La morfología de los odontoblastos es cuboidea observándose en el área coronaria, una morfología columnar o cilíndrica, a excepción de las zonas de atrición oclusal y de dentina reparativa. La zona oligocelular de Weil es muy poco evidente en los dientes primarios y la zona rica en células, que se observa sólo en Ia pulpa coronaria, no constituye una capa continua, como suele ocurrir en la pulpa de los dientes permanentes. Estas zonas están ausentes o muy modificadas cuando existe atrición oclusal y/o dentina reparativa. La zona de pulpa central ofrece en la pulpa de los dientes primarios el aspecto de un tejido conectivo muy laxo con abundantes células, vasos y nervios.
El dato más característico de la vascularización de la pulpa de los dientes primarios es la frecuencia de anastomosis arteriovenosas que se observan en la pulpa radicular. En relación con la inervación, lo más sobresaliente del diente primario es la rica inervación existente a nivel cervical que, sin embargo, no alcanza el grado de desarrollo observado en los permanentes. Las terminaciones nerviosas son, también, en el diente primario, más frecuentes en la corona que en la raíz.
Los cambios que experimenta el tejido pulpar en el proceso de exfoliación caída del diente deciduo son muy acelerados Existe, en primer lugar, una marcada disminución del aporte sanguíneo lo que origina una progresiva atrofia pulpar. Con posterioridad, los monocitos de la sangre circulante dan origen a las células resortivas, denominadas odontoclastos y osteoclastos.
Los primeros son los encargados de la resorción de todos los tejidos dentarios mineralizados, mientras que los fibroblastos pulpares comienzan a actuar como fibroclastos y a eliminar progresivamente la matriz extracelular del tejido pulpar y de las fibras (fibrinólisis) del ligamento periodontal. Los osteoclastos y en parte, los osteocitos son los responsables de Ia destrucción del hueso alveolar.
Todos estos mecanismos de resorción, sumados a las fuerzas generadas por el desarrollo de los gérmenes dentarios permanentes producen la caída del diente primario. La función de la pulpa no se halla comprometida mientras no se encuentre en comunicación directa con el medio externo o bucal aun cuando el piso de la cámara pulpar estuviese en proceso de resorción

7. CEMENTO

En los dientes primarios (y en los dientes jóvenes), el cemento tapiza únicamente la superficie externa de la porción radicular, ya que al no completarse la rizogénesis, no se invagina el cemento por el foramen.
Desde el punto de vista histológico, se identifican en los elementos caducos los dos tipos de cemento, acelular y celular, aunque existe un neto predominio claro del tipo acelular en los dos tercios superiores de la raíz.

8. HISTOFISIOLOGIA

La histofisiología de los dientes primarios es el resultado de las actividades funcionales que se desprenden de sus distintos componentes estructurales y que, en su momento, ya consideramos en los capítulos correspondientes. En
relación con el esmalte, la actividad funcional es Ia de ser el soporte mecánico en el que se ejercen las fuerzas de la masticación y en relación con el complejo dentinopulpar, la de contribuir a dicha actividad mecánica y la de responder mediante distintos mecanismos defensivos y sensitivos a las agresiones que pudiera recibir la pieza dentaria.
Las características estructurales de los dientes primarios, especialmente el menor espesor de su esmalte y su dentina, el grado de mineralización, Ia existencia de esmalte aprismático y de microdefectos en diversas zonas, la distribución heterogénea de su inervación y la reactividad de la pulpa, condicionan, en mayor o menor medida, en este tipo de piezas dentarias, el soporte de las fuerzas de masticación, así como, su mayor vulnerabilidad por un lado y su mayor capacidad de respuesta por otro. Sabido es a este respecto que las pulpas primarias que han quedado expuestas accidentalmente y luego han tenido contacto con protectores pulpares han sido capaces de formar una barrera cálcica.




 BIBLIOGRAFIA
M. E. Gómez de Ferraris . A. Campos muñoz
HISTOLOGIA, EMBRIOLOGIA E INGENIERIA TISULAR BUCODENTAL

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